Con gran asistencia culmina el Proyecto: “Co-Razonando con el Rukapillán desde la Memoria, la Historia y la Identidad, desarrollado por CIVUR-39°”

Por Joaquín Garín R.

Con una destacada participación de la comunidad, el reciente encuentro marcó el cierre de la iniciativa “Co-Razonando con el Rukapillán desde la Memoria, la Historia y la Identidad”, un proyecto del Civur-39º de la Universidad de La Frontera, Campus Pucón, que, desde su inicio, ha fomentado el diálogo entre saberes ancestrales, científicos y ciudadanos sobre el volcán Rukapillán, también conocido como Villarrica.

Este enfoque transdisciplinar ha sido clave para promover la integración de los conocimientos mapuches, en especial aquellos relacionados con la cosmovisión ancestral y la vulcanología social.

Durante la actividad de cierre, se llevaron a cabo tres objetivos fundamentales:

Recapitulación del proceso: Recordamos y reflexionamos sobre los pasos y conceptos clave trabajados a lo largo de la iniciativa, destacando los aprendizajes adquiridos por los participantes en sus diversas interacciones.

Presentación de resultados: Se presentó la sistematización de los aspectos más relevantes del proyecto, incluyendo un análisis detallado y reflexivo de las experiencias y conocimientos generados durante el proceso.

Evaluación integral: Se evaluó la experiencia en cuanto a su forma, contenido y utilidad, a través de una retroalimentación participativa que permitió conocer la percepción de los involucrados sobre el impacto de la iniciativa.

Dr. Francisco Cabellos
Dr. Francisco Cabellos entregando ejemplares de la “Guía didáctica Geopoética del Rukapillán”

El Dr. Francisco Cabellos, Investigador a cargo del proyecto destaca “ unimos ciencia y sabiduría ancestral para proteger nuestro entorno. Nuestro proyecto pionero ha logrado fusionar los conocimientos científicos sobre volcanes con la profunda conexión que el pueblo Mapuche tiene con la naturaleza. Al crear una guía Geopoética, hemos empoderado a las comunidades locales para comprender mejor los riesgos volcánicos y tomar decisiones informadas. Este trabajo representa un hito en la investigación transdisciplinaria y demuestra cómo la ciencia puede ser un puente entre el pasado y el futuro, beneficiando a las generaciones presentes y futuras”.

Además, como parte del cierre, se entregaron ejemplares impresos en alta calidad con el trabajo de sistematización, que servirán como herramienta para replicar la experiencia en otros territorios y comunidades interesadas en la integración de la ciencia y los saberes ancestrales.

La actividad culminó con una emotiva reflexión colectiva, que rindió homenaje al Rakin, ave simbólica de la sabiduría ancestral, en un gesto de reconocimiento hacia la importancia de la restauración de los territorios y la sostenibilidad de la vida. Esta reflexión se enmarca dentro del proceso de revitalización cultural y territorial, donde el pueblo mapuche continúa tejiendo su identidad con las raíces profundas de su cosmovisión.

Francisco Pérez Mardones, encargado de Emergencia del Departamento de Salud Municipal de Pucón y participante del proyecto, sostiene: “me pareció fantástico el proyecto, ya que establece una cercanía con las personas. No son estudios tan estructurados ni tan complejos de entender; todo es mucho más cercano al llevar la ciencia a las personas comunes y corrientes. Nosotros, como organización de salud, podemos difundir esto para que así nuestra gente tome las medidas de resguardo necesarias ante posibles eventos del Rukapillán, lo que rodea este Wallme“.

Desde su inicio el 3 de agosto del año 2024, el proyecto ha sido un hito en el ámbito de la Ciencia Ciudadana aplicada a la Vulcanología Social, promoviendo una visión multidimensional del volcán y su entorno, en especial con la actividad inmersiva realizada el 24 de agosto en el Parque Nacional Villarrica. En este encuentro, los participantes se adentraron en el Wallme o Círculo Vital del Chacha (Abuelo) Rukapillan, incorporando términos fundamentales del pensamiento mapuche, como Wallme, Yamuwün y Rakizwam, para reinterpretar el espacio y el territorio desde una perspectiva autobiográfica y colectiva.

Este cierre no solo celebra los logros alcanzados, sino también abre nuevas puertas para seguir tejiendo un futuro de aprendizaje mutuo y colaboración entre los diferentes saberes que convergen en el cuidado de la Tierra y sus comunidades

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